Reseñas

Alexis o el tratado de la afortunada precisión

Marguerite Yourcenar (1903-1987) es autora de grandes joyas literarias, que brillan por su ausencia entre las preferencias y comentarios de los escritores locales. Ése debería ser el primer signo de su calidad y al mismo tiempo, la señal de arranque para que usted salga a comprar un libro escrito por ella.

Su obra no está ausente de los aparadores de las librerías. Usted, tanto como los escritores locales, puede fácilmente encontrar hasta tres copias de Memorias de Adriano y de Opus nigrum.

Por si esto no bastara, también pueden ordenarse sus obras vía on-line hasta la comodidad de su hogar, a precio módico, o también puede leerlas en su formato electrónico.

Haciendo un paréntesis, lo anterior me lleva a pensar que eso de “desierto literario” se vuelve cada vez más insostenible, dada la enorme cantidad de información que se ha subido a la red.

Diez años atrás, once o doce, sí podíamos hablar de un “desierto literario” en el sentido de que no se conseguían las obras más importantes de los mayores autores del mundo, y que había que esperar a que se diera un viaje de ida y vuelta al antiguo DF para hacer compras de pánico.

Ahora, lo que acabo de describir, parece vintage, pre internet, pre modernidad. Pero es cierto, en aquellos años no estábamos tan acostumbrados a los usos y beneficios de la red. Cierro paréntesis.

Como les decía, Yourcenar es autora de dos libros imprescindibles, fáciles de encontrar, y de un tercero más que será el eje de esta reseña: Alexis o el tratado del inútil combate.

Ésta fue su primera novela, escrita en 1928, publicada en 1929, no en Gallimard sino en Jains-Pareil, una editorial que gustaba de tomar riesgos con jóvenes autores. Seguir leyendo