Columna

LO QUE NO DECIMOS.

Cuando leo un ensayo sobre literatura escrito por un escritor reconocido, tengo la impresión de que estoy recibiendo una cátedra. Me pasa con José Luis Martínez cuando habla de historia de la literatura mexicana; con Alberto Chimal cuando habla de cuento fantástico; y con Salvador Novo cuando habla de cualquier cosa.

En cambio, cuando leo a uno de los escritores de mi querida Comarca Lagunera –entre los veinte y treinta años de edad-, ya sea en reseña o en ocasión de una presentación de un libro, siempre dudo de la sabiduría expuesta. Seguir leyendo