Cuento

La ciudad nocturna

Al principio nadie lo notó. Los días continuaron igual que siempre. Luego poco a poco fuimos constatando que el alba cada vez era menos luminosa y que las mañanas no eran tan brillantes. La gente dijo que se trataba de las nubes, pero no había ninguna de éstas, o al menos no las suficientes como para que opacaran la luminosidad del día. Luego dijeron que era la contaminación. Pero después comenzamos a advertir que de pronto los días eran demasiado oscuros, demasiado sombríos. El cielo cada vez se hacía más negro, más opaco hasta que la noche nos cubrió con su melancolía. Seguir leyendo

Columna

Memorias de los Cineclubs

Como cinéfilo, recuerdo los cineclubs que me nutrieron, y cómo esperaba la cita anticipada, un correligionario que asiste con fervor a sus iglesias. Es un gusto rememorar las películas vistas y los lugares donde las vi, aunque a veces me falle la memoria. Puedo hacer un recorrido por aquéllos años y lugares a donde fui, y por eso me limitaré a los cineclubs de la región.

Mi experiencia como parte de un público que asiste a eventos culturales me dice que siempre que se hace cualquier evento, surge una preocupación constante por la asistencia, por la capacidad de atracción y convocatoria que se logra.

En esta ciudad, con el público no está asegurada ni la asistencia ni la puntualidad, y siempre uno se pregunta, si no hay actividad porque es poco el público o si el público es poco porque es mala la oferta, la comunicación o si no se le da continuidad a los mismos.

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