Columna

DE MONSTRUOS Y OTRAS MADRES

Nuevamente quiero destacar la propuesta escénica de Casa Aquelarre: tres salas para tres obras que pueden verse en orden aleatorio o lineal, donde se proponen dramas íntimos, mayormente a través de monólogos, y en recientes fechas con una preocupación temática.

Muestra de ello fue la producción del ciclo “Colores de infancia”, comentada ya por Luis Carlos García Lozano en esta revista; y la más reciente producción llamada “De mamis y otros monstruos” –que se presentó durante mayo y principios de junio de este año- compuesta por dos obras cortas de Brenda Vargas, Duerme, pequeño, duerme y Valor; y Los hijos de Esperanza, unipersonal –odio esta palabra- de Elí Montemayor de la compañía Amargo Teatro.

Primero las damas. Brenda Vargas –la autora de Soliloquios de mujeres locas-, escribe y dirige el monólogo Duerme, pequeño, duerme –actuado por Valentina Saldívar-, en la que una joven mujer platica con su bebé sobre las clásicas inquietudes e ilusiones de una madre primeriza. En Valor es una madre –Elena Reyes-, la que habla y habla con su hijo travesti –Iván Torres- sobre conflictos generacionales, frustraciones, incomodidades, reclamos, fastidios, todo aquello que una madre puede recriminar a un hijo. Seguir leyendo

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VALENTINA Y EL OFICIO

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Es probable que yo fuera uno de los pocos que no había visto Valentina y la sombra del Diablo de Verónica Maldonado por la compañía Aún Teatro. Abandoné mi condición de ignaro el día 24 de abril del presente, dentro de las actividades del FEL, cuando en el Teatro Nazas se volvió a presentar la obra en cuestión.

Entonces, vi cómo una niña, Valentina (interpretada en esta ocasión por Estefanía Hernández Marrufo) era atormentada por la Sombra del Diablo (interpretada en conjunto por Fernando Villagómez, Germán Jiménez, Elizabeth Juárez, Mario del Río). Vi que Valentina acudió al Abuelo Lázaro (Silvestre Murillo), quien le enseñó a ser valiente para vencer sus miedos y así pudiera derrotar a la Sombra.

Esta anécdota es simple sólo en apariencia. El tratamiento y la dirección cargan la obra de una verdadera tensión dramática. O sea, realmente sentimos la lucha entre el bien (Valentina) y el mal (La Sombra), sufrimos porque el mal va ganando, y nos alegramos porque el bien triunfa. Seguir leyendo

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TRAGEDIAS LEJANAS

Jacinto y nicolasa

Antes que nada, quiero avisarles que de ahora en adelante usaré las siglas FEL para referirme al Primer Foro Escénico de la Laguna, no por imponer una moda, sino por ahorrar tiempo en la lectura.

Entonces, el 20 de abril del presente, en el FEL, tocó la visita de la compañía Tepalcate Producciones, con la obra Jacinto y Nicolasa de Camila Villegas, dirigida por Alberto Lomnitz, protagonizada por Olivia Lagunas y Bernardo Velasco.

Sea cual sea la ocasión, las visitas de compañías del DF o de cualquier otro estado de la república parecen, a primera vista, prescindibles. Es que no siempre muestran nada nuevo, mejor, sorprendente. Ahí es cuando decimos “aquí lo hacemos igual”, “¿pos no qué está estidiáo el hombre?”, ¡Mh! ¿Pá esto vine?”, y frases por estilo.

¡Ah! Pero con Jacinto y Nicolasa no sucede lo mismo. De hecho, la obra es de gran calidad. La actuación y la dirección son excelentes, lo mismo que la música y la iluminación. El texto realmente es dramático, o sea poético, intenso, conmovedor. Seguir leyendo

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BREVE MEMORIA DE UNA JORNADA EN EL TEATRO

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19/04/2016 17:00 hrs.

Estoy en el Teatro Nazas, esperando entrar a ver Mi mejor amigo del ing. Benjamín Gómez Jiménez con el grupo Héroes en Escena, y A señas te enseño, espectáculo dirigido por Cony Múzquiz con el grupo Miradas y Señas, en el Primer Foro Escénico de la Laguna.

Traigo en mente todo lo que sé de ambos grupos. Sé que su trayectoria es sólida, que los directores se han esforzado al máximo por sostener las compañías, y sobre todo que luchan por hacer un teatro incluyente.

Esta doble presentación, inició con la primera parte de Mi mejor amigo, obra para niños, en la que veintitrés personas discapacitadas cuentan cómo Sami encuentra un perrito llamado Caruso, cómo lo adopta como mascota, y cómo hace todo lo posible para rescatarlo de un par de ladrones que lo secuestraron. Por la logística de la doble presentación no se pudo ver si Sami logró su objetivo. Sin embargo, el programa de mano asegura que la historia tiene un final feliz. Seguir leyendo

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Amor literario… mi primer amor…

Las más bellas historias de amor en la literatura podrían iniciar más o menos así: “Mi encuentro con el escritor fulano de tal fue determinante para mi vida artística, porque, a partir de sus enseñanzas, yo empecé a escribir bien”.

Me refiero a la relación amorosa entre un alumno y un maestro en la cual, aquél deja que el otro se convierta en su guía literario o peor aún, en objeto de admiración. Una relación que cuando no dura hasta que la muerte los separa, se anula al cabo de cinco o diez años.

De acá de este lado, en la Comarca Lagunera, existen maestros y discípulos que se han concentrado tradicionalmente en el Teatro Isauro Martínez, la IBERO, las Casas de la Cultura –más en la de Torreón, ya desaparecida, que en la de Gómez Palacio que todavía funciona-, la Escuela de Escritores de la Laguna –en su época-, la UA de C, en la librería Astillero, y otros talleres que se apagan como llamarada de petate.

Ignoro si los alumnos de estos centros literarios se han enamorado locamente de un maestro, pero no me sorprendería si así fuera. Si el maestro es de guapura promedio, carismático, sabiondo, famoso, lo lógico es que fleche a sus desprevenidos interlocutores a primera leída o en la primera clase, y que a partir de este encuentro se le persiga igual que San Juan de la Cruz a Cristo en su Cántico espiritual.

Es real el crush literario. Comienza con tempranas lecturas que nos forman una imagen idílica sobre el escritor, sobre todo si es sarcástico, iconoclasta, extremo bestial.

¡Imagínense lo que significa para el amante platónico el conocer a su autor favorito! He encontrado fans que se desmayaron ante José Revueltas, Elena Poniatowska y Carlos Fuentes, con sólo verlos en una conferencia o con tenerlos de visita en su casa.

Pero no todo encuentro con escritor provoca ese something, ese no sé qué que qué se yo, ese se me cayeron los calzones hasta el piso. Seguir leyendo

Columna

Apreciaciones sobre el éxito literario

Quizá exista algún lector de la revista registrosdevoz.com, que además de desesperarse por lo esporádico de las publicaciones, ya habrá detectado las preocupaciones literarias de cada uno de nuestros integrantes.

Suponiendo que nadie se haya dado cuenta las enunciaré en este espacio. Tenemos narradores: Alfredo Loera, Adrián Chávez y Miguel Espinoza. Tenemos poetas: Luis Carlos García Lozano, Gloria Yolanda Medina, Juan José Martínez. Por último, estoy yo, el dramaturgo. No somos muy estables que digamos, ya que pasamos de un género a otro según nuestra producción literaria. Escribimos poesía, cuento, dramaturgia, reseña y artículos en los que hacemos nuestras apreciaciones más extensas sobre cine, teatro, literatura, y el quehacer artístico literario.

No es por presumir, pero les informo que todos nosotros somos egresados del diplomado en creación literaria de la Escuela de Escritores de la Laguna; algunos nos convertimos en maestros; otros pocos tuvimos la suerte de ser becarios; y, por supuesto, hemos publicado por ahí y por allá.

Pienso que nuestros lectores ya notarán la diferencia curricular entre nuestro grupo y los otros grupos que componen el espectro literario lagunero. Comparados con otros grupos o artistas individuales, ¿qué es la revista registrosdevoz.com, más allá de ser un grupo literario?

Para encontrar nuestra definición debemos fijarnos afuera, en el mismo marco artístico literario en el que estamos. Poetas que son profesores en escuelas preparatorias; narradores críticos iconoclastas que son periodistas virtuales; promotores culturales que crean círculos de lectura; representantes de familias de alta sociedad que escriben versos lindos y reflexiones morales; consumidores de queso, pan y vino en las presentaciones de libros; gente que quiere ser fan de alguien. Seguir leyendo

Teatro

Tres tristes vírgenes

(FARSA EN UN ACTO)

PERSONAJES
MADRE, mujer gorda y greñuda que aparenta tener 50 años, usa vestido largo, negro; y muchos rosarios y crucifijos en su cuello.
TRES NIÑAS, que en realidad son adolescentes de diferentes edades a las cuales MADRE las viste uniformemente.
Un DROGADICTO harapiento y apestoso de 55 años aproximadamente.
ESCENARIO

Una jaula de pájaros. Dentro de ella, una fuente, una cama matrimonial con sábanas de colores claros; detrás de las camas, un ropero en donde hay tres vestidos de princesitas, tres toallas, tres perfumes, tres cuadernos, tres plumas, tres veladoras, una caja de cerillos, tres mantos blancos y tres velos azules. La jaula tiene la puerta a la derecha y está cerrada con una cadena grande y brillante. Seguir leyendo